
La nueva Ley 12/2013, de medidas para mejorar el funcionamiento de la cadena alimentaria (Ley de la Cadena Alimentaria) introduce relevantes novedades para todas las empresas que participan en el sector de la alimentación, como la ampliación del ámbito de aplicación en relación con los segmentos, las relaciones comerciales o a nivel territorial; el establecimiento de plazos máximos para las negociaciones comerciales anuales; la obligatoriedad de inscribir los contratos suscritos con productores primarios en un nuevo registro digital, o la incorporación de un nuevo catálogo de prácticas comerciales desleales y la introducción de nuevas infracciones.